24/07/2012
Todo el ambiente rallístico del país, y quienes personalmente lograron conocerlo, se encuentran conmovidos por la pérdida de Guillermo Piazzano, quien será recordado como un experimentado copiloto, un gran profesional, pero sobre todo por ser una excelente persona.
La pasión de Guille por el rally se originó bien de chico, en Jesús María, subiéndose a los autos muletos de amigos para hacer la hoja de ruta. Su primer deseo era ser piloto, pero las limitaciones lo llevaron a sentarse en la butaca derecha, y el primero que le abrió la puerta fue Héctor Rizzi, en una fecha del Campeonato Cordobés que se celebró en su ciudad. Corría el año 1994, y tenías 24 años.
Desde entonces no paró, ni se bajó del auto. En rally participó en más de 160 competencias, a nivel nacional y provincial, con más de veinte pilotos, como Luciano Bernardi, Hugo Rosso, Jorge Bescham, Marcelo Bugliotti, Orly Terranova, Nicolás Madero y Nicolás Díaz, el último piloto al que acompañó, hasta el año pasado. Su última carrera fue el Rally Pagos del Tuyú, en la que salieron vencedores dentro de la Clase 3 Light.
Guille se dio el lujo de navegarlo a Bescham en su último título en el año 2000 a bordo del recordado Renault Megane Kit Car, y tras pasar algunas temporadas asistiendo a distintos pilotos, -con un paso por la pista junto a Marcelo Bugliotti en el equipo Pro Racing como acompañante en TC- se encontró en 2004 con una joven promesa, Nicolás Madero, con quien formaría una recordada dupla.
Juntos compitieron en más de 60 carreras, logrando el subcampeonato en la clase N4 en 2009, aunque Guille sumó los puntos necesarios para alcanzar el título entre los navegantes. La sensación con las que se fue a dormir luego de la entrega de premios fue "ambigua" según reflejó porque desea con muchas ansias el título de Nico.
A mediados de 2008, a la par de su carrera deportiva, fue junto a su socio y colega copiloto Daniel Stillo, uno de los arquitectos, aunque él era abogado, de la Asociación Civil Rally Argentino que ha servido para encauzar el rumbo de la categoría en los últimos años.
Su última apuesta fue otro joven pilotos, Nico Díaz, de apenas 21 años cuando comenzó a navegarlo en la N4 Light tras el paréntesis de Madero en su carrera deportiva, y a quien ayudó a lograr el subcampeonato el año pasado. Debería haberlo ayudado también a hacer sus primeras armas en la Maxi Rally, y este fin de semana debería haber festejado en el podio junto a Nicolás Madero, su incondicional compañero.
No pudo ser, tenía 41 años y toda una vida por delante.
